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viernes, 29 de marzo de 2013

MAS RELATOS....


Este un poco más extenso.......

17-11-2004

Ella era feliz a su manera, tenia sus hijos, su familia,  su trabajo y sus pocos amigos, no necesitaba más, aunque a veces, es cierto, necesitara el cariño de alguien especial que le protegiera, le cuidara, le mimara, en una palabra  necesitaba sentirse importante, querida, deseada pero no encontraba a esa persona especial porque no tenia oportunidad, trabajaba mañana y tarde y llegaba cansada a casa con ganas de echarse en el sofá y dejarse llevar por el cansancio. Estaba segura, sentía que algún día conocería a alguien que le daría todo eso que le faltaba y pasó poco tiempo y lo conoció.

El era un hombre de mediana estatura, pelo castaño , ojos marrones y la tez algo morena. Era simpático, de trato agradable, respetuoso y sentía curiosidad por las personas, las estudiaba profundamente, sus gestos, sus preocupaciones, sus sentimientos, era psiquiatra. Lo conoció no en una consulta sino de una forma casual. Ella iba andando todos los días a su trabajo desde la Plaza de Cibeles a la Gran Vía, cerca de Callao, se cruzaban todos los días, los primeros sin apenas verse, pero poco a poco , día tras día se miraban con el rabillo del ojo en el momento de pasar uno al lado del otro, él iba en dirección contraria, y al cabo de poco tiempo las miradas se fueron haciendo más firmes hasta llegar a una sonrisa , al saludo y al final a tomar un café juntos. Se compenetraron perfectamente porque a ella desde muy pequeña le gustaba el mundo de la psicología y de la psiquiatría y con un especialista de tal porte tenía el mundo a sus pies para investigar y conocer cosas por las que sentía gran curiosidad. Pero ella tenía sus dudas, nunca se había  fiado de los hombres, de ningún hombre, porque no los veía sinceros, tuvo dos desengaños amorosos y no quería tener más así que aun encontrándose bien con aquel hombre no quería crearse falsas esperanzas y mucho menos pensar en posibles planes de futuro además acababa como quien dice de conocerlo. Lo único que si estaba segura es de que se sentía bien a su lado, comprendida
Y escuchada,  estaba deseosa de que alguien la escuchara , pensara y se preocupara de ella. Todos los días por la mañana, se arreglaba de una manera especial, iba sencilla pero sus ojos azules brillaban con la esperanza cotidiana  de volverlo a encontrar y cruzarse unas palabras, unas sonrisas y eso era un acicate para comenzar el día con nuevas ilusiones. 

1 comentario:

  1. Precioso relato. Muy íntimo. Muy bien escrito, algo más que una narración, hay sentimiento. Enhorabuena, de verdad me ha gustado.

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